Cuando hablamos de fotografía hay un solo elemento que no puede faltar, porque de lo contrario no habría imagen. La luz.
La luz es la que permite que podamos captar las imágenes con nuestra cámara, el sensor de nuestro equipo esta diseñad para captar la luz, el mecanismo que permite tomar la fotografía, deja pasar la luz el tiempo necesario para que podamos captar ese momento. Todo en la cámara está pensado para poder controlar la luz.
Sin embargo cuando tomamos una fotografía pocas o casi en ninguna ocasión la tenemos en cuenta. Solo cuando vemos el resultado y nos damos cuenta que por falta de luz la imagen salió muy oscura o por exceso de luz, la imagen salió muy blanca.
Hoy quiero hablar de la luz, para que la tengamos en cuenta la próxima vez que tomemos una cámara en nuestras manos. Quiero que la tengamos en cuenta al buscar el sujeto con el visor digital o con el visor óptico. Ya que si aprendemos a usarla podemos darle un toque distinto a nuestras fotografías.
Que tipos de luz hay?
Además de tener que considerar la temperatura de la luz, esa que nos indica si el día es nublado, o si se trata de un foco o si es la luz del día, la que vamos a usar para captar la imagen, o de la luz artificial creada por el flash, también debemos tener en cuenta otro aspecto que no había comentado previamente en este Blog.
Se trata de la dirección que tiene la luz sobre nuestro objeto o sujeto. Esta dirección puede añadir un aspecto completamente nuevo, para quienes somos principiantes, ya que los profesionales usan este juego para crear efectos en la imagen final. Es tan importante esta dirección que puede afectar detalles que no tenemos en cuanta, como son el color, la textura de los objetos o la piel, o el ambiente en general de la imagen final.
Por lo general hemos tratado con la luz natural que cae sobre nuestro sujeto desde arriba, o desde algún ángulo, esta es la luz que le aporta naturalidad a nuestra fotografía. Otra dirección de la luz con la que hemos tratado es la que crea nuestro flash, y que llega se envía de forma directa sobre el objeto; este tipo de luz prácticamente elimina las texturas.
Ahora comencemos con las otras direcciones que pueden ayudarnos en el experimento:
Primero hablaremos de la luz difusa, es ese tipo de iluminación que cae de forma uniforme, la que no produce sombras, y que hace ver los colores muy suaves. En la naturaleza la podemos obtener en el amanecer justo antes de que salga el sol o al atardecer justo después de que se ha ocultado el sol. De forma artificial se puede lograr rebotando la luz contra la pared, usando una pantalla que filtre la luz para que no llegue de forma directa al sujeto.
La luz que llega de forma horizontal o desde un lado. Este tipo de iluminación ayuda a resaltar las texturas, los colores, y crea sombras que nos permiten crear imágenes interesantes a la vista.
La luz que llega desde abajo, esta dirección de la luz, es considerada no natural, ya que no es posible encontrar este tipo de iluminación en la naturaleza, por lo que se emplea para crear ambientes perturbadores; ese es el motivo por el cual se emplea mucho en películas de terror, o cuando queremos darle un efecto lúgubre colocamos una lámpara desde abajo e iluminamos al sujeto.
Queda una dirección que no he comentado, porque siempre me ha causado un poco de confusión clasificarla, ya que la única diferencia con otros tipos de luz es que la luz se encuentra desde atrás del sujeto, en la misma dirección que la cámara. Se conoce como contraluz y se emplea para crear imágenes de contorno, donde podemos ver la silueta del objeto o sujeto.
Un último comentario, a pesar que podemos usar cada una de estas dirección al hacer nuestras fotografías, solo debemos tener cuidado con una: la de contraluz, sobre todo si se trata de la luz del sol, algunos equipos fotográficos son muy sensibles a la exposición directa al astro rey, y además que podemos dañar nuestra cámara, nuestra vista también corre riesgo, así que diviértanse, pero tengan cuidado.
Y recuerden sonrían... aun que no haya una cámara enfrente.
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