Les ha pasado que cuando usan el modo automático, en algunas ocasiones las fotografías que obtienes no son nitidaz, o están oscuras, o salió enfocado algo que no queríamos, etc?
Esto ocurre cuando usamos este modo, porque después de todo la cámara está programada para funcionar bajo ciertas condiciones, de luz, distancia, movimiento, etc; y cuando alguna de estas condiciones es adversa, la cámara no puede realizar los cálculos adecuadamente.
En las cámaras más avanzadas podemos encontrar el modo Manual, este modo nos sede el control de la configuración de nuestra cámara. Si usamos este modo es nuestra responsabilidad el resultado.
Algunas cámaras nos ofrecen modos combinados, por ejemplo: podemos dejar automático el enfoque, y lo demás ponerlo en modo manual. Es una forma interesante de empezar a probar.
Pero la pregunta obligada es:
Que debo saber para poder usar mi cámara en modo manual?
Hay dos temas relacionados con la configuración que son lo primero que debemos saber:
- APERTURA.
- VELOCIDAD DEL OBTURADOR.
Apertura
La apertura es el espacio por medio del cual ingresa la luz a la cámara hasta llegar al sensor. Dentro de nuestra cámara hay un dispositivo denominado diafragma u obturador, que nos permite controlar este aspecto. Podemos compararlo con la pupila del ojo humano, si hay más luz debe cerrarse para que el brillo no dañe nuestros ojos y si por el contrario esta oscuro, es necesario abrir más la pupila, para permitir que entre más luz.
El único punto que podría resultar confuso con respecto a la apertura, es la forma en que se mide o se representa, el valor es el resultado de una operación matemática en la que interviene la longitud del lente y el diámetro de la apertura en sí. Se representa empleando una letra f minúscula seguida de un número, por ejemplo: f/2.8. La confusión se presenta cuando leemos estos números, ya que el número más pequeño es la mayor apertura y el número más alto, es la menor apertura:
Además de controlar la cantidad de luz que llega al sensor, la apertura también juega un papel muy importante en la profundidad del campo, que no es otra cosa, que el área alrededor del sujeto que hemos enfocado. Como por ejemplo esta flor:
Donde podemos ver que el área circundante esta fuera de foco, creando un efecto de aislamiento y centrando la atención del que observa la imagen en la flor.
Velocidad del obturador
La velocidad con la que se cierra nuestro obturador representa el tiempo que deberá permanecer abierto el diafragma, lo que determina cuanto tiempo estará expuesto nuestro sensor a la luz; si han leído en este blog sabrán que a veces la imagen resulta sobre expuesta o sub expuesta, bien la razón es esta: o se dejo abierto el diafragma más tiempo del necesario o menos.
Se mide en fracciones de segundo. Lo que de nuevo nos coloca en un escenario confuso. Ya que una velocidad de s 1/500 es más rápida que una de s1/250, así mientras más grande sea el denominador más rápida será la captura y por consiguiente menos tiempo está expuesto el sensor.
Qué relación existe entre ellos?
Una vez que hemos leído lo anterior, es muy simple deducir que la correcta configuración de ambos nos dará como resultado una fotografía expuesta correctamente. Sin embargo eso no es todo, existe un detalle que debemos considerar.
Partamos de lo siguiente:
Si hemos logrado una fotografía con una exposición correcta cuya apertura fue f/4 y la velocidad del obturador fue s 1/500.
Si disminuimos la apertura de f/4 a f/5.6 la cantidad de luz que dejamos entrar disminuye por la mitad. Lo que hace necesario ajustar la velocidad del disparo a s 1/250, para mantener la misma cantidad de luz.
Cuál es la combinación correcta?
No la hay!. En realidad la combinación es el resultado de las condiciones en las cuales estemos realizando la fotografía. Así como del efecto que desees agregarle a la imagen resultante.
Velocidad: Rápida
Velocidad: Lenta.
Comentario final.
Al leerlo en tan pocas palabras y con una explicación en la que se ha evitado usar expresiones complejas, todo el secreto parece muy sencillo.
No se dejen engañar.
Suerte.
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