Aun que parece un tema filosófico, la verdad es que no lo es tanto. Incluso creo que debería ser la primera pregunta que nos hagamos antes de las de configuración de la cámara o la composición, o la técnica. Ya que si hablamos de poder captar el momento, y transmitir esa sensación a un tercero que no esté con nosotros en ese momento, entonces esto se convierte en la esencia de la imagen, en su espíritu.
Ya he hablado de los retos de un fotógrafo, en relación de las limitantes técnicas como es que la imagen esta en dos dimensiones, y de todo lo que debemos hacer para lograr imágenes de impacto visual, imágenes con el factor WOW. Así que si lo leyeron este post seria un complemento.
En cada ocasión que tenemos la oportunidad de crear una imagen, debemos hacerlo con una sola idea en mente: debemos obtener la mejor imagen posible. Entre lo que nuestra mente concibe al querer hacer la fotografía y lo que al final obtenemos, puede haber diferencia. Y estas diferencias pueden ser aceptables o incluso no tener importancia, siempre y cuando la imagen logra adquirir ese espíritu.
Que debemos hacer para inyectarle eso a una imagen?
Aun no existe un accesorio que podamos adaptarle a nuestro equipo fotográfico y que se encargue de agregar este dato, como lo hace un GPS en el EXIF. Además algunas cosas siempre se verán de igual manera sin importar el ángulo, la perspectiva o la técnica.
Sin embargo, siempre habrá algo que a cada uno de nosotros en lo particular, nos inquieté y nos higa pensar en captarlo en una imagen, ese algo, esa chispa que enciende nuestro deseo de atraparlo, es el espíritu de la imagen.
Por lo general este impulso aumenta cuando hay novedad, cuando vemos algo que atrae nuestra atención y que resulta interesante, un reto o hasta artístico. Este tipo de momentos se presenta con mayor frecuencia cuando nos encontramos en un lugar nuevo, cuando viajamos, aun que no siempre es limitativo de estas ocasiones. Lo que no podemos obviar es que se requiere entrenamiento, practica, para poder desarrollar esa visión del fotógrafo. Si lo logramos podremos descubrir el motivo de la imagen aun en lugares cotidianos, en nuestro patio trasero, en la calle por la que caminamos todos los días, en la oficina.
Si logramos detectar ese impulso al momento de tomar la cámara y querer captar lo que miramos para conservarlo, estaremos identificando la esencia de la imagen que queremos crear. Su espíritu.
Eso es todo?
Si al llegar a este párrafo, se hicieron esa misma pregunta que escribí como sub titulo, es porque tal vez necesiten volver a leer el post desde el principio. En serio, es como pedirle a alguien que describa la sensación de saltar desde un avión en paracaídas, y que nunca lo haya hecho.
Y recuerden sonrían…aun que tengan una cámara enfrente.
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