Cuando retocamos un retrato femenino, las personas esperan ver una piel tersa, suave, libre de todo tipo de imperfecciones, rasgos dulces o sexis, mirada expresiva, labios sensuales y cabello perfectamente arreglado.
En cambio cuando se trata de un retrato masculino, las personas esperan ver un retrato con más estructura, rasgos y expresiones que demuestran carácter; desde luego la piel también debe limpiarse, pero nada de Blur o piel perfecta…